¡CUIDADO CON LA HOGUERA!

Cuando alguien es capaz de reconocer abiertamente que actúa por venganza, confirma cuanto odio hay en su corazón.  Era muy evidente en los hermanos Rodríguez, muchos siempre hemos considerado que a este Gobierno y el anterior lo mueve el resentimiento, pero la verdad es que igual sorprende el desparpajo de Delcy Rodríguez, cuando en una entrevista con José Vicente Rangel, soltó esta inolvidable frase: “Nosotros sabemos que esta es nuestra venganza personal de esa época oscura, donde muchos jóvenes fueron asesinados, torturados, desaparecidos. Fue la herencia política de una cuarta república no comprometida con el pueblo, donde las élites gobernaban, donde la democracia era solamente un símbolo en palabras… sabemos que la llegada del comandante Hugo Chávez fue nuestra venganza personal, la inclusión, la igualdad, todo lo que significa el socialismo bolivariano, retomar el camino de nuestros libertadores… Allí está expresada la venganza personal como el poema de Tomás Borges”.
“¿Abrigan ustedes odio?”, le preguntó José Vicente Rangel
“No, ya que nuestra madre solo nos enseñó a amar… No somos personas de odio, entendemos que una revolución en los términos de socialismo bolivariano es una revolución profundamente humana… y el odio no puede ser el motor de ninguna revolución, todo lo contrario, es el amor, el impulsor transformador de un proceso de cambios, basado en el amor al otro ser humano…”
No me voy a quedar sólo en el uso del término venganza, que ya en sí misma la palabra implica odio. Debo aclararte algo Delcy, por muy poética que pretendas ser, cuando amas,  la palabra venganza no existe, no la piensas. Construyes, no destruyes, te humanizas no te deshumanizas.
Venezuela está lejos de esa interpretación que quisiste hacer de la venganza por amor al pueblo y en rechazo de una denominada época oscura.
Creo que toca repasar el poema de quien mencionas con tanta emoción, y que se consigue en páginas oficiales de tu Gobierno, escrito por Tomás Borge Martínez revolucionario, escritor, poeta y político nicaragüense, miembro fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional.
Mi venganza personal será el derecho de tus hijos
a la escuela y a las flores.
Mi venganza personal será entregarte este canto
florecido sin temores.
Mi venganza personal será mostrarte la bondad
que hay en los ojos de mi Pueblo.
Implacable en el combate siempre ha sido
y el más firme y generoso en la victoria.
Mi venganza personal será decirte buenos días,
sin mendigos en las calles.
Cuando en vez de encarcelarte te proponga
te sacudas la tristeza de los ojos.
Cuando vos, aplicador de la tortura,
ya no puedas levantar ni la mirada.
Mi venganza personal será mostrarte estas manos
que una vez vos maltrataste,
sin lograr que abandonaran la ternura…
Y es el que el pueblo fue el que más te odió,
cuando el canto fue lenguaje de violencia.
Pero el pueblo hoy, bajo de su piel rojinegra,
¡tiene erguido el corazón!
¿Qué parte de este escrito se asemeja al resultado de la venganza “por amor” de Ustedes en Venezuela?  Cuando acabaron con todo lo que se construyó durante esa época oscura que mencionas. Lamento mucho lo ocurrido con tu padre, pero te parece justo, que hoy millones de venezolanos estén en las condiciones que están, sufriendo a diario por falta de comida, por falta de medicinas y tratamientos, por algo tan básico como eso, o por haber perdido un familiar por la inseguridad que Ustedes acentuaron, o por estar confinadas al encierro por ser disidentes, o tener que dejar Venezuela buscando la calidad de vida en otro país, que acá desaparecieron.
Delcy Eloina, no puedes ser tan cínica, sabes que lejos de mejorar, empeoraron a Venezuela, y nos colocaron en la peor crisis jamás vivida en la historia de este país. Nada funciona, nada, Delcy.  Pero qué se puede esperar de ti…aunque busques disfrazarlo, el odio te guía, y no solo a ti, también invade a muchos que han pasado por el anterior y por este Gobierno. Solo desde el odio se puede lograr acabar con un país como Venezuela. Aunque también podemos hablar de amor, sí, por amor al poder y al dinero.
Voy a cerrar recordando una frase de William Shakespeare que me parece oportuna.
“Cuidado con la hoguera que enciendes contra tu enemigo, no sea que te chamusques a ti mismo”.

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